La energía eléctrica debe ser producida, transmitida y distribuida para que finalmente los usuarios puedan utilizarla según sus necesidades.
Podemos agrupar estas necesidades en categorías como domiciliaria, industrial y comercial.
El ingeniero electricista tiene incumbencia en todas las etapas mencionadas, desde la producción en las centrales hasta el consumo en las instalaciones específicas.
Cada una de las fases representa una especialización en sí misma.
Aún más; se requieren profesionales que de manera concisa se dediquen a tópicos tales como el de las protecciones eléctricas, la construcción de líneas de muy alta tensión para conducir la energía hasta los grandes centros de consumo, el diseño de subestaciones para distribuirla en los niveles de tensión más adecuados, el empleo de energías alternativas, el estudio del ahorro energético, la planificación de redes; es decir, prever la expansión de la demanda y programar la oferta.
También participa en arbitrajes, pericias y tasaciones relacionadas con estos temas.
Estudio, factibilidad, proyecto, planificación, dirección, construcción, instalación, puesta en marcha, operación, ensayos, mediciones, mantenimiento, reparación, modificación, transformación e inspección de:
Estudios, tareas y asesoramientos relacionados con: